Publicado el: 20/04/20209,5 min de lectura

La selva nos brinda varios servicios vitales. Hoy numerosos estudios nos demuestran cómo los bosques nos protegen de la aparición de nuevos virus. Un planeta en donde los bosques desaparecen con un ritmo cada vez más acelerado, los virus están menos regulados y entran más fácil en contacto con el humano. América del Sur y Amazonia tienen que estar vigiladas.

La aparición de las pandemias no es un fenómeno tan natural como parece, está directamente vinculada a las consecuencias de las actividades humanas. Desde los años 1940 se han acelerado aquellas que ponen en contacto al ser humano con virus mortales, como la deforestación, caza ilegal, contaminación atmosférica, calentamiento global entre otras.

La pandemia de Covid-19 que estamos enfrentando hoy en día es una oportunidad de identificar los vínculos entre la propagación de virus y la degradación de los ecosistemas naturales, en particular los ecosistemas forestales. En efecto, no podemos vivir con buena salud en un planeta con mala salud.

¿Cómo podemos protegernos ? Envol Vert se posiciona desde hace varios años a favor de la conservación de los bosques gracias a campañas de sensibilización y proyectos concretos : 

El bosque nos proporciona unos servicios, ¡ devolváselos !

La destrucción del bosque favorece el desarrollo de las epidemias

La selva desaparece con un ritmo alarmante. Cada año se pierde el equivalente de la superficie de Grecia. En las zonas de bosques tropicales primarios, la conversión forestal en tierras agrícolas o plantaciones es el principal factor de deforestación.  Esta deforestación está vinculada con nuestros modos de vida. Envol Vert desarrolló el Quizz Huella Forestal que permite entender como nuestro consumo cotidiano puede impactar los riesgos de deforestación asociados a estos productos.

La degradación de los ecosistemas y la deforestación facilitan la transmisión de virus entre animales salvajes y humanos. A menudo el ganado puede ser un vector intermediario. Hoy un 60% de los virus afectando a los humanos son de origen animal (se llaman así “zoonosis”), cuyos dos tercios vienen de la fauna salvaje. Esta cifra no está por reducirse.

Hace ya 10 años, un estudio liderado por Sarah H. Olson para el Nacional Center for Biotechnology Information (NCBI) demostraba en Brasil un aumento de un 4.3% de la deforestación entre los años 1997 y 2000,  el cual  provocó un crecimiento de casi un 50% del nombre de casos de malaria. En Lehigh University en 2017, otro estudio con mayor escala (67 países) llegaba a la misma conclusión.

¿Cómo se puede explicar este fenómeno?

Los movimientos de la fauna

La deforestación borra los hábitats naturales y empuja a los animales a trasladarse en busca de alimentos, lo que los lleva a acercarse al ganado y seres humanos, multiplicando los contactos así.

Esto es exactamente lo que pasó con el Ébola en África ecuatorial, difundida por un murciélago. El Ébola fue la causa de más de 11.000 fallecimientos en África entre 2013 y 2016. Un estudio de 2017 demostró que las zonas en las cuales la aparición del virus era más frecuente correspondían a zonas deforestadas. Los murciélagos que llevaban el virus iban a alimentarse cerca de las casas y de las plantaciones, contagiando las frutas con su saliva y el suelo con sus deyecciones.

Hay que saber que la mayoría de los animales llevan virus del tipo “coronavirus”, como camellos, murciélagos, pangolín, etc.  Tal como el Ébola lo muestra, no es la primera vez que un virus pasa de un animal al humano, directamente o por el intermediario de otros animales.

La destrucción de las barreras biológicas

Sin embargo, los traslados de especies salvajes no son los únicos factores. La deforestación también provoca una fuerte caída de la biodiversidad. Según el IUCN, la destrucción de los hábitats es la primera causa de la sexta “extinción masiva”. Nosotros preferimos utilizar el término “exterminación masiva de la población viva”. Según el WWF, la población de vertebrados cayó a un 60% desde los años 70. Un colapso que no es natural, otra vez…

Estas reducciones de población borran lo que los científicos llaman “las barreras biológicas”. En efecto, los anfibios, reptiles, y otras especies consumiendo insectos o pequeños roedores, ya no regulan suficientemente las especies que facilitan la transmisión de enfermedades. Los ecosistemas degradados con mala salud, pierden su capacidad de resistencia y de regulación de los agentes patógenos.

El impacto del cambio climático

Algunas enfermedades están particularmente favorecidas por el cambio climático. Con el calor, los mosquitos que llevan potencialmente unos agentes patógenos, alcanzan su madurez rápidamente, lo que los hace riesgosos más tiempo, en lugar de picar durante sus 3 días de madurez habitual, pican durante 6 a 7 días.

Hemos visto un aumento de un 1,1°C desde el aire preindustrial, lo que representa un aumento de un 7% del fenómeno de evaporación del agua. Así experimentamos sequías más intensas, que endurecen al suelo, y  lluvias intensas que el suelo ya no logra absorber. El agua que se queda estancada es un entorno muy favorable a la proliferación de algunas bacterias, como el cólera, y a la multiplicación de los mosquitos que están  ampliando su repartición. Estos fenómenos se intensifican más por la deforestación y el monocultivo.

Un ejemplo que conocemos bien, vinculado a la multiplicación de los mosquitos, corresponde al aumento preocupante del número de casos de dengue en Perú. En una misma semana epidemiológica, casi 10.00 casos han estado observados en 2020, frente a 200 menos  en los años pasados. En 2019, el pico estuvo alcanzado unas 46 semanas más tarde (1202 casos en una semana).

Focus en Amazonia

Nuestro proyecto peruano « Agroforestería y café” está ubicado en Pichanaki, en la región de Junín. Aunque está lejos de las regiones habitualmente afectadas por el dengue (Madre de dios en el Sur, Loreto y San Martin en el Norte), ya contamos con 2 fallecidos por el dengue en 2020. En el pasado, los proyectos de Envol Vert en Colombia también había estado impactados por otras enfermedades, los que se ubican en la costa caribe colombiana  en donde el bosque estuvo malogrado y los impactos del cambio climático están los mas intensos. Por ejemplo, el proyecto Tití, Los Limites, se ubicaba justo cerca del epicentro del Chikunguña en Colombia.

Ahora varios científicos avisan que la próxima pandemia emergente podría surgir de la Amazonia, si la política de los Estados y el abastecimiento de carne, madera y soya de las empresas siguen aumentando las tasas de deforestación.

Nuestra estrategia frente a la deforestación : ejemplos de proyectos y acción en contra de la deforestación importada

Envol Vert actúa para proteger la selva desarrollando proyectos modelos al nivel local, por ejemplo, fomentando la agroforestería.  La asociación también lucha en Francia en contra de la deforestación importada gracias a su programa “Huella Forestal”. De esta forma, desde hace varios años trabaja a favor de la protección de los bosques a través de campañas de promoción y proyectos locales en la Amazonia. ¡El bosque nos brinda servicios, tenemos que devolvérselos! A través de sus acciones sobre el terreno, Envol Vert lucha por tres dimensiones: la preservación de las zonas de santuarios, la reforestación de parcela deforestadas, y la lucha en contra de la deforestación importada.

La preservación

Las áreas de conservación son primordiales porque facilitan la preservación de zonas de hábitat de animales salvajes y de gran biodiversidad.

En Yanayacu Maquia, Envol Vert participa en preservar unos 40.000 ha de selva virgen tropical húmeda en el Perú, en colaboración con las comunidades locales. Esto representa casi cuatro veces la superficie de París, y el 1% de toda la superficie de Loreto, la región más amplia del Perú. Esta zona es importante porque se constituye en un 15% de una turbera, fuente valiosa de biodiversidad, y herramienta eficaz de regulación de los flujos acuáticos y trampa para el dióxido de carbono.

La reforestación y la valorización

Cuando el hombre está atento a la naturaleza, la estrategia es diferente. Se trata de reforestar y trabajar con las poblaciones locales para valorizar estas parcelas. Esto se puede traducir por una reforestación con árboles de alto valor añadido para aumentar el regreso de la biodiversidad y la diversificación de los cultivos.

Los proyectos de Envol Vert permiten desarrollar el bienestar entre el bosque y las comunidades locales, al mismo tiempo, que fortalece economía y protección de la selva. La agroforestería y silvopastoralismo nos permiten asegurar la reforestación por especies nativas y estabilizar las fronteras agrícolas en el borde del bosque. Es por la diversificación de los cultivos, la valoración y la transformación de las nuevas producciones agrícolas, y la creación de estructuras asociativas, que estos proyectos permiten a las comunidades locales garantizar su seguridad alimentaria y desarrollar un modo de ingreso alternativo a la deforestación. Así acompañamos a las comunidades en producir cacao con agroforestería en Perú, y profundizamos nuestro conocimiento del guáimaro en Colombia.

La sensibilización

Por último, Envol vert es una asociación colombofrancesa que ha desarrollado la herramienta Huella Forestal para exponer la relación del consumo con la superficie de bosque deforestada. La Huella Forestal explica a detalle las materias primas que más impacto tienen en los ecosistemas forestales y qué debemos hacer para disminuirlo.

¡Consumidores, empresas, sector público, pedimos un planeta Cero Huella Forestal!

La pandemia nos hace un llamado a actuar sobre las causas de las enfermedades.
Acordémonos que no podemos estar con buena salud en un planeta enfermo.

Fuentes :

La selva nos brinda varios servicios vitales. Hoy numerosos estudios nos demuestran cómo los bosques nos protegen de la aparición de nuevos virus. Un planeta en donde los bosques desaparecen con un ritmo cada vez más acelerado, los virus están menos regulados y entran más fácil en contacto con el humano. América del Sur y Amazonia tienen que estar vigiladas.

La aparición de las pandemias no es un fenómeno tan natural como parece, está directamente vinculada a las consecuencias de las actividades humanas. Desde los años 1940 se han acelerado aquellas que ponen en contacto al ser humano con virus mortales, como la deforestación, caza ilegal, contaminación atmosférica, calentamiento global entre otras.

La pandemia de Covid-19 que estamos enfrentando hoy en día es una oportunidad de identificar los vínculos entre la propagación de virus y la degradación de los ecosistemas naturales, en particular los ecosistemas forestales. En efecto, no podemos vivir con buena salud en un planeta con mala salud.

¿Cómo podemos protegernos ? Envol Vert se posiciona desde hace varios años a favor de la conservación de los bosques gracias a campañas de sensibilización y proyectos concretos : 

El bosque nos proporciona unos servicios, ¡ devolváselos !

La destrucción del bosque favorece el desarrollo de las epidemias

La selva desaparece con un ritmo alarmante. Cada año se pierde el equivalente de la superficie de Grecia. En las zonas de bosques tropicales primarios, la conversión forestal en tierras agrícolas o plantaciones es el principal factor de deforestación.  Esta deforestación está vinculada con nuestros modos de vida. Envol Vert desarrolló el Quizz Huella Forestal que permite entender como nuestro consumo cotidiano puede impactar los riesgos de deforestación asociados a estos productos.

La degradación de los ecosistemas y la deforestación facilitan la transmisión de virus entre animales salvajes y humanos. A menudo el ganado puede ser un vector intermediario. Hoy un 60% de los virus afectando a los humanos son de origen animal (se llaman así “zoonosis”), cuyos dos tercios vienen de la fauna salvaje. Esta cifra no está por reducirse.

Hace ya 10 años, un estudio liderado por Sarah H. Olson para el Nacional Center for Biotechnology Information (NCBI) demostraba en Brasil un aumento de un 4.3% de la deforestación entre los años 1997 y 2000,  el cual  provocó un crecimiento de casi un 50% del nombre de casos de malaria. En Lehigh University en 2017, otro estudio con mayor escala (67 países) llegaba a la misma conclusión.

¿Cómo se puede explicar este fenómeno?

Los movimientos de la fauna

La deforestación borra los hábitats naturales y empuja a los animales a trasladarse en busca de alimentos, lo que los lleva a acercarse al ganado y seres humanos, multiplicando los contactos así.

Esto es exactamente lo que pasó con el Ébola en África ecuatorial, difundida por un murciélago. El Ébola fue la causa de más de 11.000 fallecimientos en África entre 2013 y 2016. Un estudio de 2017 demostró que las zonas en las cuales la aparición del virus era más frecuente correspondían a zonas deforestadas. Los murciélagos que llevaban el virus iban a alimentarse cerca de las casas y de las plantaciones, contagiando las frutas con su saliva y el suelo con sus deyecciones.

Hay que saber que la mayoría de los animales llevan virus del tipo “coronavirus”, como camellos, murciélagos, pangolín, etc.  Tal como el Ébola lo muestra, no es la primera vez que un virus pasa de un animal al humano, directamente o por el intermediario de otros animales.

La destrucción de las barreras biológicas

Sin embargo, los traslados de especies salvajes no son los únicos factores. La deforestación también provoca una fuerte caída de la biodiversidad. Según el IUCN, la destrucción de los hábitats es la primera causa de la sexta “extinción masiva”. Nosotros preferimos utilizar el término “exterminación masiva de la población viva”. Según el WWF, la población de vertebrados cayó a un 60% desde los años 70. Un colapso que no es natural, otra vez…

Estas reducciones de población borran lo que los científicos llaman “las barreras biológicas”. En efecto, los anfibios, reptiles, y otras especies consumiendo insectos o pequeños roedores, ya no regulan suficientemente las especies que facilitan la transmisión de enfermedades. Los ecosistemas degradados con mala salud, pierden su capacidad de resistencia y de regulación de los agentes patógenos.

El impacto del cambio climático

Algunas enfermedades están particularmente favorecidas por el cambio climático. Con el calor, los mosquitos que llevan potencialmente unos agentes patógenos, alcanzan su madurez rápidamente, lo que los hace riesgosos más tiempo, en lugar de picar durante sus 3 días de madurez habitual, pican durante 6 a 7 días.

Hemos visto un aumento de un 1,1°C desde el aire preindustrial, lo que representa un aumento de un 7% del fenómeno de evaporación del agua. Así experimentamos sequías más intensas, que endurecen al suelo, y  lluvias intensas que el suelo ya no logra absorber. El agua que se queda estancada es un entorno muy favorable a la proliferación de algunas bacterias, como el cólera, y a la multiplicación de los mosquitos que están  ampliando su repartición. Estos fenómenos se intensifican más por la deforestación y el monocultivo.

Un ejemplo que conocemos bien, vinculado a la multiplicación de los mosquitos, corresponde al aumento preocupante del número de casos de dengue en Perú. En una misma semana epidemiológica, casi 10.00 casos han estado observados en 2020, frente a 200 menos  en los años pasados. En 2019, el pico estuvo alcanzado unas 46 semanas más tarde (1202 casos en una semana).

Focus en Amazonia

Nuestro proyecto peruano « Agroforestería y café” está ubicado en Pichanaki, en la región de Junín. Aunque está lejos de las regiones habitualmente afectadas por el dengue (Madre de dios en el Sur, Loreto y San Martin en el Norte), ya contamos con 2 fallecidos por el dengue en 2020. En el pasado, los proyectos de Envol Vert en Colombia también había estado impactados por otras enfermedades, los que se ubican en la costa caribe colombiana  en donde el bosque estuvo malogrado y los impactos del cambio climático están los mas intensos. Por ejemplo, el proyecto Tití, Los Limites, se ubicaba justo cerca del epicentro del Chikunguña en Colombia.

Ahora varios científicos avisan que la próxima pandemia emergente podría surgir de la Amazonia, si la política de los Estados y el abastecimiento de carne, madera y soya de las empresas siguen aumentando las tasas de deforestación.

Nuestra estrategia frente a la deforestación : ejemplos de proyectos y acción en contra de la deforestación importada

Envol Vert actúa para proteger la selva desarrollando proyectos modelos al nivel local, por ejemplo, fomentando la agroforestería.  La asociación también lucha en Francia en contra de la deforestación importada gracias a su programa “Huella Forestal”. De esta forma, desde hace varios años trabaja a favor de la protección de los bosques a través de campañas de promoción y proyectos locales en la Amazonia. ¡El bosque nos brinda servicios, tenemos que devolvérselos! A través de sus acciones sobre el terreno, Envol Vert lucha por tres dimensiones: la preservación de las zonas de santuarios, la reforestación de parcela deforestadas, y la lucha en contra de la deforestación importada.

La preservación

Las áreas de conservación son primordiales porque facilitan la preservación de zonas de hábitat de animales salvajes y de gran biodiversidad.

En Yanayacu Maquia, Envol Vert participa en preservar unos 40.000 ha de selva virgen tropical húmeda en el Perú, en colaboración con las comunidades locales. Esto representa casi cuatro veces la superficie de París, y el 1% de toda la superficie de Loreto, la región más amplia del Perú. Esta zona es importante porque se constituye en un 15% de una turbera, fuente valiosa de biodiversidad, y herramienta eficaz de regulación de los flujos acuáticos y trampa para el dióxido de carbono.

La reforestación y la valorización

Cuando el hombre está atento a la naturaleza, la estrategia es diferente. Se trata de reforestar y trabajar con las poblaciones locales para valorizar estas parcelas. Esto se puede traducir por una reforestación con árboles de alto valor añadido para aumentar el regreso de la biodiversidad y la diversificación de los cultivos.

Los proyectos de Envol Vert permiten desarrollar el bienestar entre el bosque y las comunidades locales, al mismo tiempo, que fortalece economía y protección de la selva. La agroforestería y silvopastoralismo nos permiten asegurar la reforestación por especies nativas y estabilizar las fronteras agrícolas en el borde del bosque. Es por la diversificación de los cultivos, la valoración y la transformación de las nuevas producciones agrícolas, y la creación de estructuras asociativas, que estos proyectos permiten a las comunidades locales garantizar su seguridad alimentaria y desarrollar un modo de ingreso alternativo a la deforestación. Así acompañamos a las comunidades en producir cacao con agroforestería en Perú, y profundizamos nuestro conocimiento del guáimaro en Colombia.

La sensibilización

Por último, Envol vert es una asociación colombofrancesa que ha desarrollado la herramienta Huella Forestal para exponer la relación del consumo con la superficie de bosque deforestada. La Huella Forestal explica a detalle las materias primas que más impacto tienen en los ecosistemas forestales y qué debemos hacer para disminuirlo.

¡Consumidores, empresas, sector público, pedimos un planeta Cero Huella Forestal!

La pandemia nos hace un llamado a actuar sobre las causas de las enfermedades.
Acordémonos que no podemos estar con buena salud en un planeta enfermo.

Fuentes :

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