Después de la temporada de lluvias, que se intensifica entre enero y marzo, ha llegado el momento de las cuentas. Aunque las degradaciones en el área son menores, las acciones de los guardaparques están aumentando.
De hecho, al subir el agua, los cazadores furtivos que deambulan por la concesión encuentran nuevas entradas y eligen ignorar la señalización de la zona de protección para ingresar. No hace falta decir que después de 13 años de conservación, esta área no está a fuera de la mira de los taladores ilegales atraídos por un bosque con mayor presencia de árboles maderables. A medida que pasa el tiempo, las áreas con árboles comerciales que rodean la concesión se están agotando, lo que exacerba la presión sobre los bosques de la Concesión Yanayacu Maquia y sus riquezas.
Este año lamentamos la pérdida de una docena de árboles majestuosos durante una incursión, particularmente agresiva por la participación de quince individuos. Se necesitó mucho coraje de parte de los guardaparques y el apoyo de los comuneros para perseguir a este grupo antes de que el daño aumente.
Para el equipo interno, el trabajo no se detiene allí. De hecho, la concesión tiene el deber de informar a las autoridades locales y regionales, quienes nos han hecho el honor del viaje para ver los crímenes cometidos, ayudándonos a detener dicha actividad. Adicionalmente, se debe decir que para la próxima incursión estaremos mejor preparados para seguir defendiendo los bosques.
Después de la temporada de lluvias, que se intensifica entre enero y marzo, ha llegado el momento de las cuentas. Aunque las degradaciones en el área son menores, las acciones de los guardaparques están aumentando.
De hecho, al subir el agua, los cazadores furtivos que deambulan por la concesión encuentran nuevas entradas y eligen ignorar la señalización de la zona de protección para ingresar. No hace falta decir que después de 13 años de conservación, esta área no está a fuera de la mira de los taladores ilegales atraídos por un bosque con mayor presencia de árboles maderables. A medida que pasa el tiempo, las áreas con árboles comerciales que rodean la concesión se están agotando, lo que exacerba la presión sobre los bosques de la Concesión Yanayacu Maquia y sus riquezas.
Este año lamentamos la pérdida de una docena de árboles majestuosos durante una incursión, particularmente agresiva por la participación de quince individuos. Se necesitó mucho coraje de parte de los guardaparques y el apoyo de los comuneros para perseguir a este grupo antes de que el daño aumente.
Para el equipo interno, el trabajo no se detiene allí. De hecho, la concesión tiene el deber de informar a las autoridades locales y regionales, quienes nos han hecho el honor del viaje para ver los crímenes cometidos, ayudándonos a detener dicha actividad. Adicionalmente, se debe decir que para la próxima incursión estaremos mejor preparados para seguir defendiendo los bosques.