Menos de dos meses después de la etapa anterior del proyecto SAF, los paisajes de la Amazonia peruana estaban bien deformados por las lluvias torrenciales que cayeron. Es imposible llegar al pueblo a pie como antes, y será necesario navegar por las carreteras inundadas en barco.
El 7 de marzo de 2022 se inició la tercera etapa del proyecto agroforestal con una veintena de habitantes del pueblo de Mahuizo y un invitado del pueblo de Nueva Florida. Un equipo de 5 personas de Envol Vert se impartieron los 6 días de formación entre capacitación, trabajo de campo y diagnósticos de parcelas.
Se debatieron dos nuevos temas principales:
Paralelamente, no olvidemos las otras actividades igualmente importantes. Diagnóstico de parcelas, que se hacen individualmente con cada agricultor en previsión de los diseños de las parcelas (para elegir dónde colocar cada planta).
Además, todo el trabajo de organización en el vivero (con la ayuda de los niños), lo que nos permitió hacer un balance de lo que funcionó bien y lo que no funcionó tan bien para identificar los errores y evitar volver a cometerlos.
Por último, se realizaron cursos de formación sobre la compostera y los microorganismos con un grupo siempre muy activo.
Este es el final de un hermoso proyecto que concluirá (en belleza) al final de abril… pero eso será para un próximo artículo sobre el proyecto SAF..
Menos de dos meses después de la etapa anterior del proyecto SAF, los paisajes de la Amazonia peruana estaban bien deformados por las lluvias torrenciales que cayeron. Es imposible llegar al pueblo a pie como antes, y será necesario navegar por las carreteras inundadas en barco.
El 7 de marzo de 2022 se inició la tercera etapa del proyecto agroforestal con una veintena de habitantes del pueblo de Mahuizo y un invitado del pueblo de Nueva Florida. Un equipo de 5 personas de Envol Vert se impartieron los 6 días de formación entre capacitación, trabajo de campo y diagnósticos de parcelas.
Se debatieron dos nuevos temas principales:
Paralelamente, no olvidemos las otras actividades igualmente importantes. Diagnóstico de parcelas, que se hacen individualmente con cada agricultor en previsión de los diseños de las parcelas (para elegir dónde colocar cada planta).
Además, todo el trabajo de organización en el vivero (con la ayuda de los niños), lo que nos permitió hacer un balance de lo que funcionó bien y lo que no funcionó tan bien para identificar los errores y evitar volver a cometerlos.
Por último, se realizaron cursos de formación sobre la compostera y los microorganismos con un grupo siempre muy activo.
Este es el final de un hermoso proyecto que concluirá (en belleza) al final de abril… pero eso será para un próximo artículo sobre el proyecto SAF..