Fotos de Jules Meunier
Acompañados por el señor Iván, el guardaparque de la CCYM, y el señor Taminchi, vecino de Santa Lucía y apoyo habitual, nos aventuramos en la Concesión para participar, entre otras cosas, en su misión de «vigilancia».
Armados con nuestras botas y repelentes naturales, participamos en la vida cotidiana de los guardabosques durante tres días. De garita en garita (casetas de control), pudimos explorar el bosque en busca de árboles semilleros, incluidas algunas especies en peligro de extinción, con el objetivo de reforestar : capinuri (Clarisia biflora), shihuahuaco (Dipteryx micrantha), quinilla roja (Manilkara bidentata), etc.… en total, se colectaron más de 500 semillas que se utilizarán en los próximos meses. Con un GPS, hemos iniciado un censo de estos árboles geolocalizándolos, ¡lo que facilitará su conservación!
Milenka con una bolsa de semillas ;
Sr. Ivan y su hijo ; Sr. Taminchi
Milenka (Envol Vert) registrando la ubicación
de un arbol semillero
También organizamos una visita al aguajal, un humedal de la concesión, con el fin de recoger plantones de aguaje que servirán para hacer un taller agroforestal y desarrollar una alternativa económica sostenible. Por el momento, más de 700 palmeras jóvenes están siendo cuidadas por un participante en un vivero temporal ¡a la espera de ser plantadas!
Las visitas a la garita también brindan la oportunidad de observar el trabajo realizado por los guardaparques, como las trancas flotantes que sirven para bloquear el paso a posibles infractores. Estos momentos compartidos son sobre todo una ocasión para hablar de las necesidades, intercambiar sobre los acontecimientos pasados y aprender unos de otros. A nuestro regreso a Santa Lucía, los guardaparques recibieron formación para administrar suero antiofídico en caso de mordedura de serpiente: un paso esencial para garantizar la seguridad de estos héroes de la naturaleza.
Fotos de Jules Meunier
Acompañados por el señor Iván, el guardaparque de la CCYM, y el señor Taminchi, vecino de Santa Lucía y apoyo habitual, nos aventuramos en la Concesión para participar, entre otras cosas, en su misión de «vigilancia».
Armados con nuestras botas y repelentes naturales, participamos en la vida cotidiana de los guardabosques durante tres días. De garita en garita (casetas de control), pudimos explorar el bosque en busca de árboles semilleros, incluidas algunas especies en peligro de extinción, con el objetivo de reforestar : capinuri (Clarisia biflora), shihuahuaco (Dipteryx micrantha), quinilla roja (Manilkara bidentata), etc.… en total, se colectaron más de 500 semillas que se utilizarán en los próximos meses. Con un GPS, hemos iniciado un censo de estos árboles geolocalizándolos, ¡lo que facilitará su conservación!
Milenka con una bolsa de semillas ;
Sr. Ivan y su hijo ; Sr. Taminchi
Milenka (Envol Vert) registrando la ubicación
de un arbol semillero
También organizamos una visita al aguajal, un humedal de la concesión, con el fin de recoger plantones de aguaje que servirán para hacer un taller agroforestal y desarrollar una alternativa económica sostenible. Por el momento, más de 700 palmeras jóvenes están siendo cuidadas por un participante en un vivero temporal ¡a la espera de ser plantadas!
Las visitas a la garita también brindan la oportunidad de observar el trabajo realizado por los guardaparques, como las trancas flotantes que sirven para bloquear el paso a posibles infractores. Estos momentos compartidos son sobre todo una ocasión para hablar de las necesidades, intercambiar sobre los acontecimientos pasados y aprender unos de otros. A nuestro regreso a Santa Lucía, los guardaparques recibieron formación para administrar suero antiofídico en caso de mordedura de serpiente: un paso esencial para garantizar la seguridad de estos héroes de la naturaleza.