Fotos : Jules Meunier
En los últimos años, el arte en todas sus formas se ha convertido en un elemento clave en la lucha por preservar el medio ambiente. A través de la pintura hasta el teatro, pueden desencadenarse emociones, reavivando los vínculos, a menudo olvidados, entre el ser humano y la naturaleza. La ecología cultural es tanto un campo de acción como un bosque de ideas, que cada cual es libre de hacer suyas para crear una dinámica optimista y creativa en favor del medio ambiente.
Por sencillo que sea, un taller de dibujo y collage con elementos rescatados de la naturaleza anima a los artistas a interesarse por los materiales utilizados para crear una obra de arte. De este modo, los niños de las comunidades de Mahuizo y Santa Lucía, cercanas al CCYM, pudieron aprender más sobre el entorno que les rodea. Utilizando una hoja de mango o un trocito de madera recogido en las cercanías; les pedimos simplemente que crearan un collage relacionado con la naturaleza. Este taller, acompañado de una lección sobre el ciclo vital de la tierra, dio a estas semillas de artistas -unos 60 niños- la oportunidad de dar rienda suelta a su imaginación. Echa un vistazo:
Cecia, niña de Mahuizo, y su obra. Mahuizo, 06/23
Alan, niño de Mahuizo, y su obra. Mahuizo, 06/23
Mercy, niña de Mahuizo, y su obra. Mahuizo, 06/23
Fotos : Jules Meunier
En los últimos años, el arte en todas sus formas se ha convertido en un elemento clave en la lucha por preservar el medio ambiente. A través de la pintura hasta el teatro, pueden desencadenarse emociones, reavivando los vínculos, a menudo olvidados, entre el ser humano y la naturaleza. La ecología cultural es tanto un campo de acción como un bosque de ideas, que cada cual es libre de hacer suyas para crear una dinámica optimista y creativa en favor del medio ambiente.
Por sencillo que sea, un taller de dibujo y collage con elementos rescatados de la naturaleza anima a los artistas a interesarse por los materiales utilizados para crear una obra de arte. De este modo, los niños de las comunidades de Mahuizo y Santa Lucía, cercanas al CCYM, pudieron aprender más sobre el entorno que les rodea. Utilizando una hoja de mango o un trocito de madera recogido en las cercanías; les pedimos simplemente que crearan un collage relacionado con la naturaleza. Este taller, acompañado de una lección sobre el ciclo vital de la tierra, dio a estas semillas de artistas -unos 60 niños- la oportunidad de dar rienda suelta a su imaginación. Echa un vistazo:
Cecia, niña de Mahuizo, y su obra. Mahuizo, 06/23
Alan, niño de Mahuizo, y su obra. Mahuizo, 06/23
Mercy, niña de Mahuizo, y su obra. Mahuizo, 06/23