Foto de Lotty Morey
Con sus casi 40.000 hectáreas y 7 tipos diferentes de bosque, la CCYM posee una de las biodiversidades más ricas de la selva amazónica. Desde su creación en 2006, se ha observado allí un gran número de especies de flora y fauna en peligro de extinción (nutria gigante, delfín rosado, huapo colorado…). Esta biodiversidad, que hasta ahora podía observarse a simple vista, puede ahora catalogarse científicamente su estado de conservación con el soporte de nuestro socio, el laboratorio SPYGEN.
En colaboración con ese aliado francés y Biodiversité Amazonienne, dirigimos una expedición científica en la concesión para muestrear 12 puntos en diversos cuerpos de agua como río, laguna, turbera y estanques. Las técnicas de muestreo se realizaron desde una embarcación cuando hay corriente y desde la orilla cuando el agua está estancada. La lluvia amazónica y los encuentros inesperados con infractores convirtieron en 7 los 4 días previstos inicialmente para esta aventura. Los contratiempos forman parte de la selva y no nos impidieron llevar a cabo nuestra misión.
Saimiri collinsi
©Jules Meunier
Cacajao calvus
©Jules Meunier
Nuestro objetivo es proteger las especies amenazadas y hacer avanzar la ciencia en la zona, por ello, hemos recogido ADN ambiental de diversos ecosistemas de la CCYM, SPYGEN se encargará de analizar, lo que nos permitirá conocer mejor la biodiversidad que conservamos y alentar a la comunidad académica y científica a venir a investigar. Estos datos nos darán más información sobre la fauna presente y nos ayudarán a poner en marcha medidas de protección para los más vulnerables.
La biodiversidad observada durante los 7 días de expedición nos deja impacientes por recibir los resultados de los análisis. Pudimos observar diferentes especies de monos, una rana transparente, lagartos, ¡así como una huella de jaguar en suelo recién humedecido!
Foto de Lotty Morey
Con sus casi 40.000 hectáreas y 7 tipos diferentes de bosque, la CCYM posee una de las biodiversidades más ricas de la selva amazónica. Desde su creación en 2006, se ha observado allí un gran número de especies de flora y fauna en peligro de extinción (nutria gigante, delfín rosado, huapo colorado…). Esta biodiversidad, que hasta ahora podía observarse a simple vista, puede ahora catalogarse científicamente su estado de conservación con el soporte de nuestro socio, el laboratorio SPYGEN.
En colaboración con ese aliado francés y Biodiversité Amazonienne, dirigimos una expedición científica en la concesión para muestrear 12 puntos en diversos cuerpos de agua como río, laguna, turbera y estanques. Las técnicas de muestreo se realizaron desde una embarcación cuando hay corriente y desde la orilla cuando el agua está estancada. La lluvia amazónica y los encuentros inesperados con infractores convirtieron en 7 los 4 días previstos inicialmente para esta aventura. Los contratiempos forman parte de la selva y no nos impidieron llevar a cabo nuestra misión.
Saimiri collinsi
©Jules Meunier
Cacajao calvus
©Jules Meunier
Nuestro objetivo es proteger las especies amenazadas y hacer avanzar la ciencia en la zona, por ello, hemos recogido ADN ambiental de diversos ecosistemas de la CCYM, SPYGEN se encargará de analizar, lo que nos permitirá conocer mejor la biodiversidad que conservamos y alentar a la comunidad académica y científica a venir a investigar. Estos datos nos darán más información sobre la fauna presente y nos ayudarán a poner en marcha medidas de protección para los más vulnerables.
La biodiversidad observada durante los 7 días de expedición nos deja impacientes por recibir los resultados de los análisis. Pudimos observar diferentes especies de monos, una rana transparente, lagartos, ¡así como una huella de jaguar en suelo recién humedecido!