Publicado el: 27/01/20231,5 min de lectura

«La educación es el arma más poderosa que se puede utilizar para cambiar el mundo» Nelson Mandela.

En un contexto en el que es necesario un cambio de las prácticas humanas a todos los niveles para responder a la emergencia climática, Conservación Amazónica y Envol Vert comparten esta visión de la educación y siguen trabajando para sensibilizar a los más pequeños, ya que ellos serán quienes velarán por el futuro de la selva amazónica.

En las comunidades cercanas a la concesión se cultiva principalmente tabaco y maíz con prácticas propias de la agricultura convencional. Estas actividades agrícolas degradan el suelo, lo que conlleva a los agricultores a buscar nuevas tierras para continuar con el ciclo de roza y quema de espacios fértiles para que les brinden ‘’buenos rendimientos’’. Para limitar esta pérdida de biodiversidad, hay que cambiar los hábitos y costumbres hacia métodos más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente: nos corresponde a nosotros sembrar las ideas en los más jóvenes.

Así, realizamos un taller con los niños de Santa Lucía y Mahuizo sobre el tema del crecimiento y los beneficios de las plantas. Entre juegos, explicaciones y dibujos, un total de 50 niños aprendieron sobre el ciclo del agua, la vida de la tierra, las necesidades de las plantas para crecer… En pequeñas hueveras de cartón, cada niño pudo sembrar semillas de pepinos, tomates, cebollas chinas y caiguas; armados con nuevos conocimientos, el objetivo fue mantener (sin pesticidas) los futuros brotes ¡hasta que volvamos en mayo!

En vista de su implicación, confiamos en poder prepararles una ensalada con los frutos de su trabajo.

«La educación es el arma más poderosa que se puede utilizar para cambiar el mundo» Nelson Mandela.

En un contexto en el que es necesario un cambio de las prácticas humanas a todos los niveles para responder a la emergencia climática, Conservación Amazónica y Envol Vert comparten esta visión de la educación y siguen trabajando para sensibilizar a los más pequeños, ya que ellos serán quienes velarán por el futuro de la selva amazónica.

En las comunidades cercanas a la concesión se cultiva principalmente tabaco y maíz con prácticas propias de la agricultura convencional. Estas actividades agrícolas degradan el suelo, lo que conlleva a los agricultores a buscar nuevas tierras para continuar con el ciclo de roza y quema de espacios fértiles para que les brinden ‘’buenos rendimientos’’. Para limitar esta pérdida de biodiversidad, hay que cambiar los hábitos y costumbres hacia métodos más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente: nos corresponde a nosotros sembrar las ideas en los más jóvenes.

Así, realizamos un taller con los niños de Santa Lucía y Mahuizo sobre el tema del crecimiento y los beneficios de las plantas. Entre juegos, explicaciones y dibujos, un total de 50 niños aprendieron sobre el ciclo del agua, la vida de la tierra, las necesidades de las plantas para crecer… En pequeñas hueveras de cartón, cada niño pudo sembrar semillas de pepinos, tomates, cebollas chinas y caiguas; armados con nuevos conocimientos, el objetivo fue mantener (sin pesticidas) los futuros brotes ¡hasta que volvamos en mayo!

En vista de su implicación, confiamos en poder prepararles una ensalada con los frutos de su trabajo.

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