Aunque el mes comienza tristemente con la cancelación de la visita del equipo a la Concesión de Conservación de Yanayacu-Maquia, la concesión se las arregla para sacar algunos beneficios positivos de esta situación de emergencia.
La disminución de las actividades humanas en todo el territorio, la naturaleza parece recuperar ligeramente sus derechos. lLos guardabosques han tenido la oportunidad de observar muchos delfines grises y rosados desde el comienzo del confinamiento. Además, para controlar el respeto de la cuarentena, la marina vigila el río y, por consiguiente, la concesión. Esta es una muy buena noticia, especialmente al final de la temporada de lluvias.
El gobierno ha puesto en marcha un paquete de ayuda. Las autoridades se habían comprometido a proporcionar una asignación de 380 soles (unos 100 euros) y comida a cada familia necesitada. A pesar de las dificultades logísticas encontradas y sobre todo gracias a las gestiones entre el equipo de la CCYM y las autoridades regionales, cada familia de las diferentes comunidades que rodean la concesión recibieron la ayuda asignada por las autoridades peruanas.
Lo que dà un alivio en estos tiempos de crisis sanitaria con consecuencia económica y social.
Aunque el mes comienza tristemente con la cancelación de la visita del equipo a la Concesión de Conservación de Yanayacu-Maquia, la concesión se las arregla para sacar algunos beneficios positivos de esta situación de emergencia.
La disminución de las actividades humanas en todo el territorio, la naturaleza parece recuperar ligeramente sus derechos. lLos guardabosques han tenido la oportunidad de observar muchos delfines grises y rosados desde el comienzo del confinamiento. Además, para controlar el respeto de la cuarentena, la marina vigila el río y, por consiguiente, la concesión. Esta es una muy buena noticia, especialmente al final de la temporada de lluvias.
El gobierno ha puesto en marcha un paquete de ayuda. Las autoridades se habían comprometido a proporcionar una asignación de 380 soles (unos 100 euros) y comida a cada familia necesitada. A pesar de las dificultades logísticas encontradas y sobre todo gracias a las gestiones entre el equipo de la CCYM y las autoridades regionales, cada familia de las diferentes comunidades que rodean la concesión recibieron la ayuda asignada por las autoridades peruanas.
Lo que dà un alivio en estos tiempos de crisis sanitaria con consecuencia económica y social.