En el marco de cualquier cultivo el aporte de materia orgánica es una meta mayor para la producción y la protección de la vida del suelo. El cacao en sistemas agroforestales no hace excepción a la regla. Aunque los arboles permiten de disminuir estas necesidades de aportes nutritivos, está todavía indispensable para que un productor tiene una cosecha fructífera. Una elección que es económica para los productores de Tingo María que afirman gastar hasta 2200 soles per hectárea, el equivalente de casi 600 euros. Una suma astronómica que puede ser fácilmente remplazado con la creación de su propia compostera a partir de desechos vegetales que se encuentran, por la gran parte, en la chacra.
La capacitación sobre la construcción de compostera parecía indispensable. El equipo podía contar con el apoyo de Jorge Álvarez, profesor de ingeniería forestal en la UNAS (Universidad Nacional Agraria de la Selva). Fue una medida de ver de nuevo con los beneficiarios la importancia de la vida del suelo y el buen manejo de los suelos para protegerla. Estos temas permitieron de iniciar otras como las problemas que los productores encuentran en su trabajo, o también el rol del pequeño productor en la destrucción de los suelos y en el cambio climático.
En el marco de cualquier cultivo el aporte de materia orgánica es una meta mayor para la producción y la protección de la vida del suelo. El cacao en sistemas agroforestales no hace excepción a la regla. Aunque los arboles permiten de disminuir estas necesidades de aportes nutritivos, está todavía indispensable para que un productor tiene una cosecha fructífera. Una elección que es económica para los productores de Tingo María que afirman gastar hasta 2200 soles per hectárea, el equivalente de casi 600 euros. Una suma astronómica que puede ser fácilmente remplazado con la creación de su propia compostera a partir de desechos vegetales que se encuentran, por la gran parte, en la chacra.
La capacitación sobre la construcción de compostera parecía indispensable. El equipo podía contar con el apoyo de Jorge Álvarez, profesor de ingeniería forestal en la UNAS (Universidad Nacional Agraria de la Selva). Fue una medida de ver de nuevo con los beneficiarios la importancia de la vida del suelo y el buen manejo de los suelos para protegerla. Estos temas permitieron de iniciar otras como las problemas que los productores encuentran en su trabajo, o también el rol del pequeño productor en la destrucción de los suelos y en el cambio climático.