Del 7 al 15 Marzo del 2014, los dos fundadores de Envol Vert, Daisy y Boris, se encontraron por primera vez juntos en campo, en Colombia para el lanzamiento de dos proyectos.
El primer proyecto es la continuación natural de lo que había comenzado en la Sierra Nevada alrededor del Guáimaro. Este proyecto continúa con la Unión Salva Bosque (USB) con los que firmamos formalmente un acuerdo el 15 de Marzo . USB es una nueva organización compuesta principalmente por antiguos aserraderos que han tomado conciencia de sus impactos negativos y desean encontrar alternativas económicas para la región, incluyendo la reforestación de zonas deforestados por las explotaciones ganaderas o la agricultura migratoria de campesinos de la zona. El proyecto comienza con una meta de 15 mil árboles de Guáimaro, Caracolí y Mastre en la región de Palomino.
El otro proyecto se desarrolla en Cartagena, en bosque seco, en el cual solo queda poco más del 2% de bosques naturales. Una zona particularmente afectada por la ganadería destructiva dentro de un contexto social muy difícil con campesinos sin tierra viviendo en graves condiciones de pobreza. Los campesinos comunitarios y el dueño de los terrenos se reunieron para llegar a un acuerdo que beneficia a ambas partes. Las acciones definidas y la inversión permitirán a la vez mejorar las condiciones de vida de los campesinos sin tierra y reforestar con distintos árboles entre ellos el Guáimaro y a futuro de desarrollar sistemas silvopastoriles en la zona. Más adelante, se pretende recrear un corredor ecológico para el mono Titi, una especie en peligro de extinción.
Del 7 al 15 Marzo del 2014, los dos fundadores de Envol Vert, Daisy y Boris, se encontraron por primera vez juntos en campo, en Colombia para el lanzamiento de dos proyectos.
El primer proyecto es la continuación natural de lo que había comenzado en la Sierra Nevada alrededor del Guáimaro. Este proyecto continúa con la Unión Salva Bosque (USB) con los que firmamos formalmente un acuerdo el 15 de Marzo . USB es una nueva organización compuesta principalmente por antiguos aserraderos que han tomado conciencia de sus impactos negativos y desean encontrar alternativas económicas para la región, incluyendo la reforestación de zonas deforestados por las explotaciones ganaderas o la agricultura migratoria de campesinos de la zona. El proyecto comienza con una meta de 15 mil árboles de Guáimaro, Caracolí y Mastre en la región de Palomino.
El otro proyecto se desarrolla en Cartagena, en bosque seco, en el cual solo queda poco más del 2% de bosques naturales. Una zona particularmente afectada por la ganadería destructiva dentro de un contexto social muy difícil con campesinos sin tierra viviendo en graves condiciones de pobreza. Los campesinos comunitarios y el dueño de los terrenos se reunieron para llegar a un acuerdo que beneficia a ambas partes. Las acciones definidas y la inversión permitirán a la vez mejorar las condiciones de vida de los campesinos sin tierra y reforestar con distintos árboles entre ellos el Guáimaro y a futuro de desarrollar sistemas silvopastoriles en la zona. Más adelante, se pretende recrear un corredor ecológico para el mono Titi, una especie en peligro de extinción.