Publicado el: 24/08/20193,8 min de lectura

Cuando conoces la selva tropical humeda como el Amazonia, es difícil imaginar que pueda quemarse tan fácilmente.

Como muestra esta imagen publicada en un periódico francés, no es un bosque vivo y en pie que arde. Es un bosque que ha sido cortado y dejado días o semanas en el suelo para que se seque al sol durante la temporada seca, y sea más fácil prender fuego después.  En el fondo de la foto, un bosque hermoso y en pie, justo una parcela que está esperando ser quemada y otras parcelas ya quemadas.

Smoke billows during a fire in an area of the Amazon rainforest near Porto Velho, Rondonia State, Brazil, Brazil August 21, 2019. REUTERS/Ueslei Marcelino

Quemar para poner vacas y soya

A nivel mundial, la deforestación por ganadería es equivalente a la suma de la deforestación por soya y aceite de palma (la segunda y tercera causas principales de deforestación). En América Latina y, especialmente en Brasil, la extensión de pastos representa 80% de la deforestación (cifra de 2016). Con más de 200 millones de cabezas, Brasil tiene la manada comercial más grande del mundo, representa el 27% de su PIB y se ha convertido en el mayor exportador de carne del mundo para el año 2018. La ganadería también se usa para productos de cuero. La cría de ganado se ha convertido en la principal amenaza para el bosque tropical más grande del mundo: la Amazonia

En cuanto a la soya, este cultivo ocupa más de 1 millón de kilómetros cuadrados en todo el mundo, un área equivalente al doble de la de Francia. Los principales países productores de soya son Estados Unidos, Brasil y Argentina. La soya es producida principalmente para alimentar al ganado.

Deforestación y cambio climático: la ecuación infernal

Recuerde que la deforestación significa que hay menos árboles para capturar CO2, y la causa de más del 20% de las emisiones de CO2, peor aún porque la reducción en el número de árboles evita la evapotranspiración y, por lo tanto, afecta el régimen de lluvias, lo que aumenta la sequía y los incendios, lo que produce el el cambio climático. Un escenario desastroso que no tiene fin y se vuelve más fuerte cada vez más. Todo se está acelerando con el cambio climático.

¿Y Colombia?

Hablamos de Brasil, pero no olvidemos que estos fuegos son acciones comunes en Colombia. Cada temporada seca trae su parte de incendios no controlados y de bosques reducidos a cenizas. La Sierra Nevada, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, ha sido  testigo de incendios desastrosos que da como resultado el cambio de uso del suelo.

En la Amazonía colombiana, la deforestación explotó en 2017 y 2018. Sin hablar de los Llanos que pierde sus bosques de galerías y matorrales. El fuego comienza en todas partes, a veces termina en incendios de cientos de hectáreas.

Este diagrama muestra el número de incendios en 2019 por cada país.

¡Colombia es la cuarta!

¡Reaccionemos!

Como consumidores tenemos una responsabilidad en esto, nuestros consumos, especialmente, nuestra alimentación de productos cárnicos y de lácteos que está relacionada con la deforestación. Si quieres entender más haz el quizz de la Huella Forestal.

Brasil necesita tomar conciencia y volver a implementar un control satelital sistemático de los cortes con multas disuasorias que desmotivarán la continuación de estos actos y que se restablecen los presupuestos sustanciales para organismos como INPE e IBAMA.

Los importadores como la Unión Europea deben poner en marcha acciones consistentes, fuertes, urgentes y obligatorias que reduzca la deforestación importada. En cuanto a nosotros, Envol Vert, seguimos trabajando por una agricultura más sostenible con el desarrollo rural en Colombia, poniendo en marcha proyectos agroforestales y silvopastoriles que reconcilian la agricultura, la ganaderia y los bosques.

¿Y tú? ¡Puedes ayudarnos!

Cuando conoces la selva tropical humeda como el Amazonia, es difícil imaginar que pueda quemarse tan fácilmente.

Como muestra esta imagen publicada en un periódico francés, no es un bosque vivo y en pie que arde. Es un bosque que ha sido cortado y dejado días o semanas en el suelo para que se seque al sol durante la temporada seca, y sea más fácil prender fuego después.  En el fondo de la foto, un bosque hermoso y en pie, justo una parcela que está esperando ser quemada y otras parcelas ya quemadas.

Smoke billows during a fire in an area of the Amazon rainforest near Porto Velho, Rondonia State, Brazil, Brazil August 21, 2019. REUTERS/Ueslei Marcelino

Quemar para poner vacas y soya

A nivel mundial, la deforestación por ganadería es equivalente a la suma de la deforestación por soya y aceite de palma (la segunda y tercera causas principales de deforestación). En América Latina y, especialmente en Brasil, la extensión de pastos representa 80% de la deforestación (cifra de 2016). Con más de 200 millones de cabezas, Brasil tiene la manada comercial más grande del mundo, representa el 27% de su PIB y se ha convertido en el mayor exportador de carne del mundo para el año 2018. La ganadería también se usa para productos de cuero. La cría de ganado se ha convertido en la principal amenaza para el bosque tropical más grande del mundo: la Amazonia

En cuanto a la soya, este cultivo ocupa más de 1 millón de kilómetros cuadrados en todo el mundo, un área equivalente al doble de la de Francia. Los principales países productores de soya son Estados Unidos, Brasil y Argentina. La soya es producida principalmente para alimentar al ganado.

Deforestación y cambio climático: la ecuación infernal

Recuerde que la deforestación significa que hay menos árboles para capturar CO2, y la causa de más del 20% de las emisiones de CO2, peor aún porque la reducción en el número de árboles evita la evapotranspiración y, por lo tanto, afecta el régimen de lluvias, lo que aumenta la sequía y los incendios, lo que produce el el cambio climático. Un escenario desastroso que no tiene fin y se vuelve más fuerte cada vez más. Todo se está acelerando con el cambio climático.

¿Y Colombia?

Hablamos de Brasil, pero no olvidemos que estos fuegos son acciones comunes en Colombia. Cada temporada seca trae su parte de incendios no controlados y de bosques reducidos a cenizas. La Sierra Nevada, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, ha sido  testigo de incendios desastrosos que da como resultado el cambio de uso del suelo.

En la Amazonía colombiana, la deforestación explotó en 2017 y 2018. Sin hablar de los Llanos que pierde sus bosques de galerías y matorrales. El fuego comienza en todas partes, a veces termina en incendios de cientos de hectáreas.

Este diagrama muestra el número de incendios en 2019 por cada país.

¡Colombia es la cuarta!

¡Reaccionemos!

Como consumidores tenemos una responsabilidad en esto, nuestros consumos, especialmente, nuestra alimentación de productos cárnicos y de lácteos que está relacionada con la deforestación. Si quieres entender más haz el quizz de la Huella Forestal.

Brasil necesita tomar conciencia y volver a implementar un control satelital sistemático de los cortes con multas disuasorias que desmotivarán la continuación de estos actos y que se restablecen los presupuestos sustanciales para organismos como INPE e IBAMA.

Los importadores como la Unión Europea deben poner en marcha acciones consistentes, fuertes, urgentes y obligatorias que reduzca la deforestación importada. En cuanto a nosotros, Envol Vert, seguimos trabajando por una agricultura más sostenible con el desarrollo rural en Colombia, poniendo en marcha proyectos agroforestales y silvopastoriles que reconcilian la agricultura, la ganaderia y los bosques.

¿Y tú? ¡Puedes ayudarnos!

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