Presentación
“Me llamo Patricia Chamorro Arrieta, vivo en la vereda de Villa Colombia, en Ovejas, y soy agricultora. Participo en el proyecto Bosque Seco Tropical junto a Envol Vert y colaboro con ellos desde hace ya 6 años. Estoy muy contenta con este hermoso proceso y tengo grandes expectativas para el futuro: el de mi familia, el de mi comunidad y el de todas las generaciones futuras a las que aspiro poder aportar mi granito de arena.”
En qué consisten las actividades de alternativas económicas del proyecto?
“Dentro del proyecto, veo las alternativas económicas como una oportunidad para todas las familias que participan; y por “familias” me refiero a los miembros de una misma comunidad. Trabajamos especialmente alrededor de un producto endémico del bosque seco tropical: el guáimaro, del cual aprovechamos tanto su uso productivo como los conocimientos ancestrales que se transmiten en torno al cultivo y manejo de esta semilla.
La posibilidad de preparar diferentes productos a partir de este recurso (harina, dulces, etc.), al mismo tiempo que participamos en alternativas económicas frente a la deforestación, representa un valor agregado fundamental para mi compromiso. De esta manera, nos desarrollamos económicamente en nuestro territorio, transmitiendo saberes y una autonomía más que necesaria, mientras conservamos el bosque.”
Qué le ha aportado el proceso a nivel individual, para su familia, su comunidad, su parcela o sus bosques?
“Este proceso ha permitido, tanto a nivel individual como colectivo, transformar nuestras prácticas. En el pasado utilizábamos métodos muy perjudiciales para el bosque, como productos agroquímicos, la técnica de la quema (roza y quema), la extracción de madera, entre otros. Pero desde que empezamos a cultivar nuestras parcelas, los árboles han vuelto a crecer, estamos rodeados de vegetación, y esto también ha generado un cambio en nuestra calidad de vida: mi familia se siente feliz cuando viene a visitar mi parcela, cuando reencuentra mi huerta, mi casa que resguarda los productos que cultivamos; ha habido una verdadera mejora en nuestras condiciones de vida.
He comprendido que, con pocos recursos, es posible conservar y mejorar cada día nuestras prácticas y conocimientos para cuidar colectivamente nuestro entorno, y aprovechar los recursos de los que disponemos para garantizar la seguridad alimentaria de nuestras familias. Hoy cuento varios procesos muy interesantes y constructivos realizados junto a Envol Vert, y espero seguir aprendiendo y apoyando de la mejor manera posible.”
Qué falta o qué se podría mejorar para consolidar los resultados en su territorio?
“Creo que lo más importante es seguir reuniendo a personas del territorio y de otras comunidades, para motivarlas a cambiar sus hábitos, a participar en estos procesos y a descubrir las maravillas que existen en sus bosques y en sus tierras, además de comunicar al máximo nuestras acciones.
Esto me parece clave para seguir avanzando, porque cada persona que actúa genera un impacto positivo o negativo según sus prácticas. Por eso, es necesario inclinar la balanza, para que algún día seamos mayoría quienes cuidamos nuestras culturas, nuestros bosques y nuestras formas de consumo.”
Presentación
“Me llamo Patricia Chamorro Arrieta, vivo en la vereda de Villa Colombia, en Ovejas, y soy agricultora. Participo en el proyecto Bosque Seco Tropical junto a Envol Vert y colaboro con ellos desde hace ya 6 años. Estoy muy contenta con este hermoso proceso y tengo grandes expectativas para el futuro: el de mi familia, el de mi comunidad y el de todas las generaciones futuras a las que aspiro poder aportar mi granito de arena.”
En qué consisten las actividades de alternativas económicas del proyecto?
“Dentro del proyecto, veo las alternativas económicas como una oportunidad para todas las familias que participan; y por “familias” me refiero a los miembros de una misma comunidad. Trabajamos especialmente alrededor de un producto endémico del bosque seco tropical: el guáimaro, del cual aprovechamos tanto su uso productivo como los conocimientos ancestrales que se transmiten en torno al cultivo y manejo de esta semilla.
La posibilidad de preparar diferentes productos a partir de este recurso (harina, dulces, etc.), al mismo tiempo que participamos en alternativas económicas frente a la deforestación, representa un valor agregado fundamental para mi compromiso. De esta manera, nos desarrollamos económicamente en nuestro territorio, transmitiendo saberes y una autonomía más que necesaria, mientras conservamos el bosque.”
Qué le ha aportado el proceso a nivel individual, para su familia, su comunidad, su parcela o sus bosques?
“Este proceso ha permitido, tanto a nivel individual como colectivo, transformar nuestras prácticas. En el pasado utilizábamos métodos muy perjudiciales para el bosque, como productos agroquímicos, la técnica de la quema (roza y quema), la extracción de madera, entre otros. Pero desde que empezamos a cultivar nuestras parcelas, los árboles han vuelto a crecer, estamos rodeados de vegetación, y esto también ha generado un cambio en nuestra calidad de vida: mi familia se siente feliz cuando viene a visitar mi parcela, cuando reencuentra mi huerta, mi casa que resguarda los productos que cultivamos; ha habido una verdadera mejora en nuestras condiciones de vida.
He comprendido que, con pocos recursos, es posible conservar y mejorar cada día nuestras prácticas y conocimientos para cuidar colectivamente nuestro entorno, y aprovechar los recursos de los que disponemos para garantizar la seguridad alimentaria de nuestras familias. Hoy cuento varios procesos muy interesantes y constructivos realizados junto a Envol Vert, y espero seguir aprendiendo y apoyando de la mejor manera posible.”
Qué falta o qué se podría mejorar para consolidar los resultados en su territorio?
“Creo que lo más importante es seguir reuniendo a personas del territorio y de otras comunidades, para motivarlas a cambiar sus hábitos, a participar en estos procesos y a descubrir las maravillas que existen en sus bosques y en sus tierras, además de comunicar al máximo nuestras acciones.
Esto me parece clave para seguir avanzando, porque cada persona que actúa genera un impacto positivo o negativo según sus prácticas. Por eso, es necesario inclinar la balanza, para que algún día seamos mayoría quienes cuidamos nuestras culturas, nuestros bosques y nuestras formas de consumo.”





