¡Agua, agua y más agua!
La temporada de las lluvias es de doble filo en Tingo María, conlleva fertilidad, regula la temperatura y purifica el aire, pero también engendra derrumbes, desbordamientos de los ríos e inundaciones. Cada año es un problema para los agricultores que pueden perder sus cultivos y hasta sus terrenos en caso de erosión y derrumbe de la tierra. En octubre, el equipo de campo en Tingo María había empezado a trabajar sobre la elaboración de diseños personalizados para las parcelas de los productores. En enero, al inicio de la temporada de lluvias, este trabajo adquiere su pleno sentido. Desde el inicio del mes, las fuertes precipitaciones desencadenaron varias problemáticas. En Venenillo los cultivos fueron inundados, en Puente Pérez las aguas del río se comieron pedazos de terreno, en Monterrico los plantones se quedan en el vivero porque no se pueden instalar en tierra rebosada de agua, y ¡podríamos sumar aún más ejemplos!
¿Qué soluciones para las inundaciones?
Al observar esta situación, Envol Vert ha decidido utilizar los 500 plantones de Bucshilla que tenía en su germinador, un árbol con sistema radicular fuerte y profundo. Al elaborar los diseños personalizados de las parcelas, el equipo de campo decidió proponer linderos en las riberas del río, donde haya cultivos, en parte compuestos de Bucshilla. La re-vegetalización de las riberas permitirá el mejoramiento de la infiltración de las aguas en los suelos y la disminución de la velocidad de su propagación. Este mes de enero se acaba sobre la constatación de los estragos, pero también sobre el nacimiento de ideas, a largo plazo, para mejorar la resistencia de los cultivos en épocas de lluvia y disminuir las consecuencias de la deforestación que acelera el proceso de derrumbe y erosión de los suelos.
¡Agua, agua y más agua!
La temporada de las lluvias es de doble filo en Tingo María, conlleva fertilidad, regula la temperatura y purifica el aire, pero también engendra derrumbes, desbordamientos de los ríos e inundaciones. Cada año es un problema para los agricultores que pueden perder sus cultivos y hasta sus terrenos en caso de erosión y derrumbe de la tierra. En octubre, el equipo de campo en Tingo María había empezado a trabajar sobre la elaboración de diseños personalizados para las parcelas de los productores. En enero, al inicio de la temporada de lluvias, este trabajo adquiere su pleno sentido. Desde el inicio del mes, las fuertes precipitaciones desencadenaron varias problemáticas. En Venenillo los cultivos fueron inundados, en Puente Pérez las aguas del río se comieron pedazos de terreno, en Monterrico los plantones se quedan en el vivero porque no se pueden instalar en tierra rebosada de agua, y ¡podríamos sumar aún más ejemplos!
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