Durante el Festival del Café Pichanaki, Envol Vert presentó su quizz «Café Responsable», desarrollado originalmente para el festival “Sumate al Bosque” de Lima.
A diferencia de este festival, que tuvo lugar en el Parque Kennedy de Miraflores, los visitantes procedían de un abanico mucho más amplio: desde amantes del café en viaje turístico hasta profesionales especializados en el sector cafetalero, pasando por una gran mayoría de productores de la región. Esta mezcla permitió intercambios más contrastados, ricos y a veces confusos para los voluntarios encargados de la actividad. Por ejemplo, la construcción del precio final del café vendido en Europa, que muestra la ínfima proporción que va al productor, provocó muchos debates animados y demandas políticas de los productores. Por otra parte, la explicación del círculo virtuoso y sostenible de la agroforesteria y su resiliencia a las variaciones de los precios tuvo un gran impacto. Muchas personas nunca habían visto su suelo como una cuenta bancaria de la que las sucesivas cosechas son como retiros cuya frecuencia y elevada cuantía pueden hacerla quebrar.
El recogido se finalizó alrededor de un árbol en la plaza principal de la ciudad, al que se le agradeció todos los beneficios que proporciona gratuitamente, y se repartieron insignias a los participantes.
Otra novedad interesante de este acto fue que dos de los cuatro voluntarios presentes el primer día eran jóvenes participantes en el proyecto de una de los viveros comunitarios. Tras haber recibido formación sobre el discurso del recogido y haber sido informados sobre las preguntas frecuentes, pudieron unirse al equipo sin dificultad y, a veces, incluso dar respuestas desde el terreno en un intercambio muy interesante y más horizontal productor-productor. ¡Una gran implicación para transmitir juntos las buenas prácticas agrícolas para un sector sostenible!
Durante el Festival del Café Pichanaki, Envol Vert presentó su quizz «Café Responsable», desarrollado originalmente para el festival “Sumate al Bosque” de Lima.
A diferencia de este festival, que tuvo lugar en el Parque Kennedy de Miraflores, los visitantes procedían de un abanico mucho más amplio: desde amantes del café en viaje turístico hasta profesionales especializados en el sector cafetalero, pasando por una gran mayoría de productores de la región. Esta mezcla permitió intercambios más contrastados, ricos y a veces confusos para los voluntarios encargados de la actividad. Por ejemplo, la construcción del precio final del café vendido en Europa, que muestra la ínfima proporción que va al productor, provocó muchos debates animados y demandas políticas de los productores. Por otra parte, la explicación del círculo virtuoso y sostenible de la agroforesteria y su resiliencia a las variaciones de los precios tuvo un gran impacto. Muchas personas nunca habían visto su suelo como una cuenta bancaria de la que las sucesivas cosechas son como retiros cuya frecuencia y elevada cuantía pueden hacerla quebrar.
El recogido se finalizó alrededor de un árbol en la plaza principal de la ciudad, al que se le agradeció todos los beneficios que proporciona gratuitamente, y se repartieron insignias a los participantes.
Otra novedad interesante de este acto fue que dos de los cuatro voluntarios presentes el primer día eran jóvenes participantes en el proyecto de una de los viveros comunitarios. Tras haber recibido formación sobre el discurso del recogido y haber sido informados sobre las preguntas frecuentes, pudieron unirse al equipo sin dificultad y, a veces, incluso dar respuestas desde el terreno en un intercambio muy interesante y más horizontal productor-productor. ¡Una gran implicación para transmitir juntos las buenas prácticas agrícolas para un sector sostenible!