Una nueva etapa fue superada en el programa Café y cacao agroforestal en la Amazonía peruana en la zona de Tingo María, con el lanzamiento de la primera capacitación, beneficiando a la totalidad de los grupos de productores involucrados.
Involucrados en un ciclo de capacitaciones, los agricultores participan cada mes en una capacitación sobre varias temáticas – 6 en totalidad – vinculadas con la implementación de un sistema agroforestal dentro de sus parcelas.
Muchos participantes disponen de un panel de conocimientos extendido y están convencidos de los beneficios de los sistemas agroforestales. Sin embargo, existe un proceso entre la toma de conciencia, y la implementación de acciones concretas. Así, las capacitaciones, que pueden ser desarrolladas con actividades prácticas, tienen por objetivo acompañar a los productores en su reflexión y en la creación de un sistema agroforestal.
Este mes de abril, hemos retomado los básicos: la primera capacitación del ciclo se refiere a la «vida del suelo». Tras haber definido lo que es un suelo, distinguido sus diferentes capas y su proceso de formación, se trata de abordar los varios factores de degradación del suelo, cómo la agricultura intensiva, la deforestación o también la aumentación de la población, y sus consecuencias. La capacitación se finaliza con la identificación de los impactos, tanto beneficiosos que perjudiciales de las prácticas agrícolas sobre el suelo, más precisamente sobre la diferencia entre abonos orgánicos y químicos.
La participación de los productores durante las capacitaciones es muy importante para nosotros. Se trata de impulsar una escucha activa para reforzar el interés de los participantes para las temáticas abordadas, hacer emerger cuestionamientos y establecer intercambios dinámicos y a la vez proponer nuevos conocimientos.
El reto de las capacitaciones consiste en acompañar a los productores a cuestionar sus prácticas y mejorarlas para preservar la buena salud de los suelos. En efecto, estamos convencidos que los cambios de prácticas deberían surgir de los productores mismos y de su reflexión para persistir en el tiempo.
Al final, crear momentos de intercambios es primordial para fortalecer los vínculos entre los participantes mismos y los miembros del equipo Envol Vert.
Por nuestra parte, este fin de abril es la oportunidad de realizar un primer balance y de pensar en las potenciales mejoras que podríamos aportar a las próximas capacitaciones.
Una nueva etapa fue superada en el programa Café y cacao agroforestal en la Amazonía peruana en la zona de Tingo María, con el lanzamiento de la primera capacitación, beneficiando a la totalidad de los grupos de productores involucrados.
Involucrados en un ciclo de capacitaciones, los agricultores participan cada mes en una capacitación sobre varias temáticas – 6 en totalidad – vinculadas con la implementación de un sistema agroforestal dentro de sus parcelas.
Muchos participantes disponen de un panel de conocimientos extendido y están convencidos de los beneficios de los sistemas agroforestales. Sin embargo, existe un proceso entre la toma de conciencia, y la implementación de acciones concretas. Así, las capacitaciones, que pueden ser desarrolladas con actividades prácticas, tienen por objetivo acompañar a los productores en su reflexión y en la creación de un sistema agroforestal.
Este mes de abril, hemos retomado los básicos: la primera capacitación del ciclo se refiere a la «vida del suelo». Tras haber definido lo que es un suelo, distinguido sus diferentes capas y su proceso de formación, se trata de abordar los varios factores de degradación del suelo, cómo la agricultura intensiva, la deforestación o también la aumentación de la población, y sus consecuencias. La capacitación se finaliza con la identificación de los impactos, tanto beneficiosos que perjudiciales de las prácticas agrícolas sobre el suelo, más precisamente sobre la diferencia entre abonos orgánicos y químicos.
La participación de los productores durante las capacitaciones es muy importante para nosotros. Se trata de impulsar una escucha activa para reforzar el interés de los participantes para las temáticas abordadas, hacer emerger cuestionamientos y establecer intercambios dinámicos y a la vez proponer nuevos conocimientos.
El reto de las capacitaciones consiste en acompañar a los productores a cuestionar sus prácticas y mejorarlas para preservar la buena salud de los suelos. En efecto, estamos convencidos que los cambios de prácticas deberían surgir de los productores mismos y de su reflexión para persistir en el tiempo.
Al final, crear momentos de intercambios es primordial para fortalecer los vínculos entre los participantes mismos y los miembros del equipo Envol Vert.
Por nuestra parte, este fin de abril es la oportunidad de realizar un primer balance y de pensar en las potenciales mejoras que podríamos aportar a las próximas capacitaciones.