El proyecto Becerril en el departamento del César, se desarrolla alrededor del Guaimaro, la conservación del bosque seco colombiano, el silvopastoreo y las alternativas económicas para los agricultores.

El proyecto se está desarrollando con el apoyo de una Asociación Colombiana, APSACESAR (Asociación Profesional del Sector Agrícola del Cesar). Esta asociación nos permite fortalecer la capacidad de acción de una asociación local que comparte nuestros valores y así participar en el desarrollo de la sociedad civil colombiana.

El proyecto se desarrolla en diferentes lugares al pie de la montaña delimitando la frontera entre Venezuela y Colombia, en las veredas de Rio Maracas y Caño Rodrigo. Sin embargo, entre los dos sitios encontramos una variedad de paisajes, que van desde la llanura de bosque bajo hasta áreas de mayor altura y con mayor biodiversidad.

Situación de la zona 

Estas áreas están cerca de una de las minas de carbón a cielo abierto más grandes del mundo y nuestros proyectos deben mostrar una de las posibles alternativas a la mina. De hecho, la agricultura representa el 30% de los ingresos del departamento, los servicios el 35% y la mina el 27%, que ahora es el sitio de producción de carbón más grande del país.

Los agricultores con quien estamos trabajando son en mayoría productores de ganado y maíz. Estas dos fuentes de ingresos son las únicas para la mayoría de ellos, y el ingreso del ganado sigue siendo incierto. El efecto del cambio climático y de la deforestación reduce significativamente las fuentes de alimentación del ganado, que producen menos leche y de mala calidad durante las temporadas secas. El pastoreo es mucha veces sinónimo de quema, que amplifica las dificultades ya presentes en el área. Los campesinos en esta área han viviendo el conflicto colombiano y regresan hace algunas años, en estas tierras que se deterioran.

Retos del proyecto

Un de los objetivos principal del proyecto de Becerril es de desarrollar la producción de harina de Guaimaro para traer una nueva fuente de ingresos, segura, respetuosa de la naturaleza, del bosque y de nuestra salud. El área tiene un gran variedad de arboles de Guaimaro, pero poco a poco la tradición de consumir las semillas se pierde, a favor de la explotación de maíz y frijoles.

Queremos resaltar este consumo de la semilla, y desarrollar la cadena de valor de la recolección hasta la harina con los mismos campesinos. Además, vamos a ayudar los agricultores a desarrollar mejores prácticas de pastoreo, para asegurar esta fuente de ingresos. Esto permite una mejor recolección de agua para evitar o reducir el efecto de las inundaciones, avalanchas o deslizamientos de tierra, y hace que el ganado sea más resistente al cambio climático y trae un ecosistema más rico a la parcelas.

Ver los otros proyectos del Programa de preservación del Bosque Seco en Colombia